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Diógenes "el perro"

Diógenes era discípulo nieto de Sócrates. Discípulo de un discípulo de Sócrates. Platón lo conocía, y decía que Diógenes era un Sócrates que había enloquecido. Fue el representante más conocido del Cinismo, una escuela de filosofía que despreciaba todos los honores, las riquezas y los placeres. La gran mayoría de las necesidades eran meros inventos de la sociedad. No eran realmente necesarias. Había que desprenderse de todo. No desear nada. Diógenes llevaba una vida increíblemente austera: sólo tenía un manto y un bolso donde guardaba un plato y un cuenco, que usaba de vaso. Pero una vez vio a un niño que comía lentejas en un pedazo de pan y tomaba agua de la fuente ayudado con sus manos y se dio cuenta que todavía tenía cosas superfluas. Se deshizo del plato y del cuenco. Las crónicas no lo cuentan, pero supongo que también se deshizo del bolso. ¿Para qué querría un bolso vacío?

La gente se puso nerviosa y el tumulto creció ante la respuesta insolente de Diógenes. Alejandro, sin embargo, tranquilo, le preguntó: “¿Por qué te llaman “perro”?” “Porque alabo a los que me dan, ladro a los que no me dan y muerdo a los malos”, contestó. “Entonces –dijo Alejandro– pedime lo que quieras y te lo voy a dar”. “Una sola cosa te pido –le contestó Diógenes–, que te corras, porque me estás tapando el sol”.

Esta guerra verbal entre Diógenes y Alejandro representa la lucha perfecta entre dos modelos de felicidad que están en pugna desde la época de los griegos. Una batalla dialéctica entre el que lo tiene todo y el que no desea nada. La felicidad consiste en no tener deseos insatisfechos. Pero hay dos estrategias para lograrlo: o conseguir todos los bienes que nuestros deseos piden, o aniquilar nuestros deseos. De ambas formas se logra que no haya deseos insatisfechos. En este diálogo se da un combate épico en el que los dos, sin embargo, reconocen su derrota. Alejandro, el que lo tiene todo, está mendigando a un mendigo, rogando por un poco de reconocimiento. Por eso contesta que le dará lo que quiera apenas escucha que Diógenes alaba a los que le dan. Diógenes, el que no necesita nada, pide que Alejandro se corra porque necesita el sol. Los dos reconocen su fracaso.



Comentarios

  1. Excelente entrada muy interactiva y explica de una manera práctica, a la par de resumida quién fue Diógenes.

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