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Juicio de Sócrates

 En el siguiente texto hablaremos de el controversial juicio al que estuvo expuesto uno de los mas grandes filósofos de todos los tiempos, Sócrates.

El cual fue acusado por los Sofistas de corromper a la juventud e ir en contra de los dioses. Ellos alegaban que Sócrates era un pésimo ejemplo para los jóvenes dado que los inducia a cuestionar todo, incluso la existencia de los Dioses Griegos, de este juicio solo se sabe lo que dijeron Platón(discípulo de Sócrates) y Jenofonte(Filosofo y Cronista)


Sócrates incentivaba a las personas a razonar y pensar por si mismas.

Los acusadores
En su defensa, Sócrates distingue entre dos tipos de acusadores, por un lado los antiguos acusadores o anónimos, los cuales han esparcido calumnias sobre él durante años y, por otro lado, los nuevos acusadores, es decir, los que le han llevado recientemente al juicio. Los últimos son tres hombres que han presentado cargos contra Sócrates:

Meleto: poeta
Ánito: político
Licón: orador

Las acusaciones
Aunque, Sócrates alude a acusadores anónimos, las imputaciones que le han llevado a juicio han sido las de los tres nuevos acusadores. Quienes, curiosamente, representan a los gremios que Sócrates venía criticando: poetas, políticos y oradores. Así, por boca de Melito, se dan a conocer las dos acusaciones por las que se le ha condenado a juicio, estas son:

Impiedad, es decir, de no creer en los dioses del Estado, a quienes supuestamente sustituía con extravagancias demoníacas.
Corrupción de la juventud, pues muchos jóvenes, estaban siguiendo su discurso y se habían convertido en sus discípulos.

La defensa de Sócrates
Es curioso que para su defensa Sócrates no trata de pedir perdón a nadie por su forma de vida. Más bien utiliza la palabra para explicar a los jueces por qué su forma de hacer puede ser beneficioso para todos.

Aunque, finalmente, Sócrates es condenado, probablemente porque consideraron que su actitud era soberbia, realmente el acusado no traicionó los principios que defendía en vida. Asimismo, en algún momento durante el juicio, da a entender que no teme a la muerte.

Pero, ¿cuáles son las réplicas que Sócrates utiliza en su defensa? Estas son algunas ideas que se perciben en el texto:

Alusión a los sofistas
Una de las calumnias que fueron lanzadas hacia Sócrates fue precisamente la de corromper a la juventud mediante enseñanzas públicas llevadas a cabo en secreto. También lo acusan de mezclar las cosas divinas con las terrenales. Por eso, para muchos Sócrates era un hombre peligroso.

En su defensa, el acusado admite que sus enseñanzas no son como la de los sofistas, sus coetáneos, los cuales exigían un pago por sus enseñanzas. Asimismo, afirma que jamás se ha involucrado en temas divinos.

El oráculo y su sabiduría
Sócrates se pregunta cuál puede ser el origen de las calumnias que se han propalado contra él. Para lo que responde, que su mala reputación se debe a la sabiduría que aparentemente existe en él. Aunque Sócrates no se da por sabio.

En cambio, pone como ejemplo el oráculo de Delfos. Según explica, su amigo Cherefón preguntó al oráculo si había un hombre más listo que Sócrates. La pitia respondió que no.

Después, Sócrates convencido de que no podía ser el más sabio decidió investigar entre los gremios que representan la sabiduría. Dialogó con políticos, poetas y oradores. Entonces afirma que todos "creían saber más de lo que realmente sabían". Establece así una comparativa entre estos y él:

Pero esta es la diferencia, que él cree saberlo aunque no sepa nada, y yo, no sabiendo nada, creo no saber.

Aquí encontramos la esencia de la actividad filosófica de Sócrates, al menos, así lo expresa su discípulo Platón. Para Sócrates la verdadera sabiduría residía en reconocer que no se sabe nada.

El método de este filósofo para alcanzar el verdadero conocimiento se basa en lo que se conoce como “ironía socrática”, es decir, un sistema que consistía en buscar la verdad mediante el diálogo. Para ello, Sócrates realizaba preguntas a los interlocutores y, a través de estas cuestiones, les ayudaba a entender que, en realidad, no sabían nada.


Interrogatorio a Meleto
Más adelante, Sócrates se dirige directamente a Meleto para examinar la acusación en la que afirma que el filósofo corrompe a la juventud. Para ello, Sócrates le pregunta quién hace mejores a los jóvenes.

Tras una serie de preguntas, llegan a la conclusión de que todos hacen mejores a los jóvenes, excepto Sócrates. A lo que, finalmente, el filósofo destaca:

No es más bien al revés, que la mayoría no sabe tratarlos y solo unos pocos son capaces de hacerlos mejores.

Sócrates dialoga con Meleto, hasta que deja a este sin respuestas y queda en evidencia. A través de este discurso el filósofo intenta defender su forma de vida. Sin embargo, lo hizo retando a los miembros de los grandes gremios de la sociedad, lo cual no le benefició en absoluto.

Para reflexionar
Probablemente si Sócrates hubiera rogado compasión a los que le juzgaron se hubiera librado de la muerte o hubiese saldado su pena con el exilio. Sin embargo, no lo hizo, prefirió reflexionar sobre por qué no le temía a la muerte.

Así, Sócrates mantuvo una postura racional frente a su deceso. Más que afrontar la muerte como un mal prefirió asumirla como un bien:

Pero si la muerte es como un tránsito de un lugar a otro, y si, según se dice, allá abajo está el paradero de todos los que han vivido, ¿qué mayor bien se puede imaginar, jueces míos?

Finalmente, el jurado determinó su muerte, y Sócrates antes de morir advirtió a sus acusadores que no tenía ningún resentimiento hacia ellos.

Posiblemente, Sócrates con su discurso molestó aún más a sus acusadores, sin embargo, con sus palabras demostró que valoraba más defender sus principios filosóficos que conservar su propia vida.


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